martes, 30 de julio de 2013

PUELLO RESALTA HUELLAS DEJADAS POR PANAM 2003


SANTO DOMINGO. Una década después del certamen, José Joaquín Puello pasa revista a lo que significó afrontar la tarea de buscar la sede, ganarla y que el país montase los XIV Juegos Panamericanos y se muestra tan satisfecho con el balance como cuando logra un procedimiento quirúrgico exitoso.


El próximo jueves se cumplirán 10 años de que Juan Marichal encendiera una pelota, se dirigiera al centro del Estadio Olímpico y el niño Luis Pujols la bateara enviándola a la antorcha para encenderla por 17 días en una espectáculo que levantó de sus asientos a los más de 35 mil presentes en la vistosa ceremonia inaugural que fue vista por unos 400 millones de personas en el planeta.

Si bien, como en la mayoría de eventos de esa naturaleza, el costo se disparó con respecto al proyecto original, Puello cifra en RD$6,200 millones la inversión para el certamen, pero asegura que tuvieron un impacto económico de RD$16,000 millones.

"Es el hito más importante del deporte dominicano. Hay un antes y un después de los Panam", dijo Puello, quien fuera presidente del Comité Organizador (Copan).

La idea de que el país montase los Juegos nació en 1993 para la cita de 1999; el país perdió su primer intento ante la canadiense Winnipeg, pero en 1998 se impuso con enorme voto caribeño a Río de Janeiro y Guadalajara en el cónclave celebrado en Ciudad de Panamá.

"Se creó una gran infraestructura humana con entrenadores, jueces y una promoción de atletas que surgieron para los Juegos. Nunca antes habíamos tenido una calidad así, 12 federaciones ascendieron a los niveles mundiales más alto, hasta ese momento éramos un simple relleno", agregó Puello, quien estima montar ese evento en la actualidad costaría unos US$1 mil millones.

Toronto, en Canadá, será la sede de los de 2015 y tiene un presupuesto de US$1,400 millones sin incluir la villa y el transporte.

Santo Domingo '2003 fue un proyecto que llegó a tener un rechazo de siete de cada diez dominicanos, pero que, entre otras cosas, sirvió de bálsamo en medio de la crisis económico que afrontó el país.

A su juicio, a partir de 2003, la República Dominicana es vista diferente en los cónclaves internacionales y tiene un mayor peso.

"A mí como dirigente olímpico me hace sentir orgulloso de lo que los dominicanos pudimos hacer a pesar de ser un país tercermundista y con muchos problemas. Los críticos de los Juegos fueron bueno, la crítica es buena, esos críticos que tuvimos nos hicieron luchar cada día más para ser mejores. Hoy mirando hacia atrás le doy las gracias, me hicieron trabajar duro", dice el cirujano.

Puello entiende que, si bien varias instalaciones levantadas o remodeladas para los Juegos no están en las mejores condiciones, la mayoría de ellas han logrado gran utilidad.

En igual tono habla Luisín Mejía, actual presidente del Comité Olímpico Dominicano y quien fuera secretario general del Copan. A Mejía, un economista experto en mercadeo y publicidad con gran oratoria, se le atribuye haber diseñado la campaña promocional que inclinó la balanza sobre las opciones brasileña y mexicana.

"El balance es favorable porque a partir de la celebración de los Panam se marcó un despegue del deporte dominicano para subir a los más altos peldaños del olimpismo internacional. Con los Panam nos salimos de esa esfera regional y continental para consolidarnos en el escenario mundial", dijo Mejía.

Hace hincapié en el nacimiento de una camada de atletas como Gabriel Mercedes, Félix Díaz, Luguelín Santos y Yudelquis Contreras, que han logrado metales al máximo nivel de sus disciplinas.

"Pasamos de uno o dos deportes de mucha tradición a una variedad de muchos deportes que se pueden manejar en eventos internacionales, dejó un legado técnico, de los atletas, tenemos la capacidad gerencial para montar cualquier tipo de competencia sin tener que recurrir al extranjero", dijo Mejía.