SERENA NO DA TREGUA Y VENCE EN SU DEBUT
Serena Williams, en busca de su 17 título de Grand Slam, empleó el jueves 71 minutos para avanzar a la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos con una cómoda victoria 6-3, 6-0 sobre la kazaja Galina Voskoboeva.
La campeona vigente debió haber jugado en segunda ronda el miércoles, pero el duelo fue uno de los ocho en la rama femenina que no se pudieron disputar por la lluvia.
“Tengo que analizar y encontrar cómo mejorar”, dijo Williams tras un partido que dominó a su antojo.
Cumplidos dos partidos, Williams apenas ha cedido cuatro games y ahora se las verá con otra kazaja, Yaroslava Shvedova.
Williams pasó si acaso un susto en el primer set, de 44 minutos de duración, cuando se resbaló y cayó de espalda al intentar llegarle a una bola dejada en la red con ventaja 5-3. La favorita estadounidense pudo devolver la pelota, evitando que Voskoboeva ganase el game. Acto seguido, Williams se anotó el set y procedió a sentenciar el segundo en apenas 27 minutos.
La argentina Paula Ormaechea se despidió en la segunda ronda al perder el jueves 6-2, 6-3 ante la alemana Sabine Lisicki, la vigente subcampeona de Wimbledon.
En la mayor sorpresa hasta ahora en la rama femenina, la italiana Flavia Pennetta despachó 6-3, 6-1 a su compatriota y cuarta preclasificada Sara Errani.
Lisicki, la 16ta cabeza de serie en Flushing Meadows y que perdió ante la francesa Marion Bartoli en la final de Wimbledon, abrumó a Ormaechea al conseguir 33 winners contra los escasos dos de la argentina.
“Todo el tiempo me sentía acorralada”, dijo Ormaecha, de 20 años. “Son experiencias nuevas que voy teniendo”.
Ormaechea, 71 en el ranking mundial tras cerrar el año pasado en el 136, completó así su año en los Grand Slams, en los que alcanzó la tercera ronda en el Abierto de Francia y la segunda en Wimbledon.
Errani, en tanto, sigue de capa caída luego que el año pasado alcanzó la final en Roland Garros y fue semifinalista en el US Open. Pero sólo ha pasado más allá de la segunda ronda en sola una de los cuatro Slams este 2013.
Con lágrimas en los ojos, Errani admitió que no ha podido lidiar con las expectativas que se dispararon tras su ascenso en el ránking.
“Todo el mundo cree que sólo puede contra otras tres mujeres, pero así no son las cosas”, dijo Errani. “Hay mucha presión. Tampoco estoy disfrutando entrar la cancha, y eso es lo peor que le pueda pasar a un jugador”.