domingo, 4 de agosto de 2013

SUPERSANCHEZ ILUMINO EL ORGULLO DE RD CON PRESEA ORO


Aún retumba el eco de los aplausos en el estadio olímpico y todavía más fuerte en los corazones de más de 35 mil personas que fueron testigos delirantes del más apasionante momento de los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003.

  Dentro de un extraño calendario de 17 días que catapultaron al mundo a Santo Domingo, República Dominicana, como la ciudad deportiva de América, fue el miércoles soleado, 7 de agosto de 2003, cuando el abanderado dominicano Félix Sánchez, luego de una mala salida se recuperó en la tercera valla y humilló a sus rivales e impuso un nuevo récord continental.
 El “Súper Sánchez” desintegró con una velocidad extraterrestre a canadienses, norteamericanos, isleños y jamaicanos al cruzar la meta con un crono de 48.19, marca vigente.
Hijo de dominicanos, pero nacido en Nueva York, Sánchez se había adjudicado un gran compromiso con el pueblo tras aceptar ser el abanderado dominicano y prometer el oro de los  400 metros con vallas.
“Lo mejor de estos Juegos es que no son un juego.  Asumimos este reto y no le salimos corriendo, y nos probamos  que a todos, sabemos buscarle la vuelta... Pa’ lante”, anticipaba el corredor desde meses antes de los juegos en uno de los spots más famosos de los Juegos.
Testimonios
Mariano Reyes, un antiguo medallista dominicano a nivel internacional en el mundo de las vallas exclamó: “Jamás vi, ni en mi tiempo, ni antes ni después, un atleta con tanto corazón y orgullo por su tierra”.
 “Para mí es lo más importante, cuando yo corrí aquí la primera vez, en el 2003 en los Juegos Panamericanos, ese estadio llenísimo de mis fanáticos, y con esa expresión que yo tenía para ganar la primera medalla de oro de esos juegos, ante mi público que me apoyó tanto”, dijo Félix Sánchez en una entrevista en la que comparó ese momento con el vivido en su primer oro olímpico en Atenas 2004.
Ping pong cardiaco
Un segundo momento fascinante para la historia del deporte dominicano fue la final del voleibol, en el palacio de esta disciplina, imperó  el calor humano que gritaba cada jugada a favor del sexteto local contra la representación cubana.
Cada pase, cada remate, se sentía como un pre infarto para los fanáticos hasta el desenlace 3-2 a favor de dominicana que conmocionó el ego de todos los dominicanos.
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OTRAS ALEGRÍAS

Aunque en menor proporción, pero gozos desbordantes, lograron la pesista Wanda Rijo, quien se convirtió en la primera mujer dominicana en ganar dos oro panamericano repitiendo su hazaña de Winnipeg´99 conquistando título de los 75 kilogramos con un total de 237.5 kilos, nuevo récord continental; mientras que Juana Arrendel alcanzaba la reivindicación en una cerrada y emotiva competencia ante la mexicana María Rifka, la que ganó con 1.88, pero borró el despojo por doping de la versión anterior, llorando junto a la bandera nacional.
 Una medalla disfrutada por el pueblo con sabor oriental fue la otorgada por el tenimesista Ju Lin, quien conjuntamente con dos jóvenes más del sexo femenino se nacionalizaron dominicanos para representar el país, Lin, quien de paso adquirió el nombre de “Luis”, derrotó al representante de Brasil, Thiago Montero, en un emocionante partido en el Parque del Este, que levantó gritos y suspiros. 
Fiesta de combates
Los deportes de combates florecieron en los Panam 2003, con sendos oros del tae kwon do con Gina María Ruiz y Luis Benítez; así como en karate con Haidy Rodríguez y Rusber Salomón, quienes se robaron el protagonismo inesperadamente con sus magníficas actuaciones. Cerrando las competencias, el boxeador Juan Ubaldo Cabrera le hizo honor a una disciplina que no podía quedarse atrás y para tan objetivo venció en semifinales a la recia representación de Canadá, Jean Pascal, y en la final, al cubano Yordanis Despaigne.