viernes, 12 de diciembre de 2014

EL PILOTO JOE MADDON NECESITA EL TALENTO INDICADO


SAN DIEGO - Caminando por el lobby del hotel sede de las Reuniones Invernales de este año, el agente Tommy Tanzer pregonó, "Le conseguí un trato de US$30 millones a Joe Maddon".

La seguridad económica es grandiosa.
Pero, ¿quieren saber qué es lo que más le emociona a Maddon, quien firmó por cinco años para ser el nuevo manager de los Cachorros, en estos momentos? La directiva de los Cachorros logró adquirirle a un as legítimo para la rotación. Chicago firmó al zurdo agente libreJon Lester a un contrato por seis años y US$155 millones, con una opción que podría convertirlo en un paquete de siete años y US$170 millones.
El pacto se concretó horas después de que los Cachorros habían acordado un canje con los D-backs para adquirir al receptor venezolano Miguel Montero, quien es uno de los mejores en eso de cuadrar pitcheos detrás del plato, además de proveer un potente bate a la zurda.
Maddon ha demostrado ser uno de los mejores timoneles del béisbol.
Pero un manager no puede hacerlo todo.
La seguridad económica es grandiosa, pero un dirigente necesita tener a los jugadores para hacer el trabajo.
Y los Cachorros lo saben.
Mucha fanfarria generó el hecho de que Maddon optó por ejercer una cláusula de recesión en su contrato con los Rays para dirigir a los Cachorros, convirtiéndose en el manager más reciente en asumir el reto de volver a llevar a los Cachorros a una Serie Mundial, la cual no han disputado desde 1945, mucho menos ganado, hazaña que no han podido repetir desde 1908.
Los Cachorros han tenido a más de 40 managers de tiempo completo diferentes que han tratado de ponerle fin a una sequía de 106 años sin poder ganar un Clásico de Otoño, incluyendo dos períodos diferentes de Lou Klein y tres de Charlie Grimm. Apenas se han combinado para 45 temporadas ganadoras en ese trecho, avanzado a la postemporada en sólo 13 ocasiones y han perdido 13 de las 14 series que han disputado, y en 2003 ganaron la Serie Divisional de la L.N. antes de ser eliminadas por los Marlins en siete juegos en la Serie de Campeonato.
Ahora le toca a Maddon.
Ha construido su fama a base de la habilidad de los Rays para sobrevivir a un apretado presupuesto y contender en una división de gigantes como lo es el Este de la Liga Americana. Maddon guió a los Rays a todas sus seis campañas ganadoras (2008 al 2013) en la historia de la franquicia, y ganó el banderín de la Liga Americana en 2008. También llevó a los Rays a la postemporada en 2010, 2011 y 2013, y fue reconocido con el premio de Manager del Año en 2008 y 2011.
Pero no ganó una Serie Mundial, ya que la perdió contra Filadelfia en cinco juegos en el 2008.
Ese es el reto que enfrenta con los Cachorros.
Esa es la hazaña que debe lograr para redondear su legado como timonel.
Sólo tres de los 22 managers exaltados al Salón de la Fama no pudieron ganar una Serie Mundial, y en el caso de Ned Hanlon, 15 de sus 19 campañas como timonel fueron antes de la implementación de la Serie Mundial. Al López perdió las dos Series Mundiales que dirigió, pero su porcentaje de victorias de .584 a lo largo de 17 temporadas como timonel es el noveno más alto en la historia de Grandes Ligas. Wilbert Robinson tuvo marca de 1,399-1,398 en sus 19 temporadas como capataz de los Robins/Dodgers de Brooklyn, pero también fungió como presidente del club por cinco años, labor que le benefició para ser elegido a Cooperstown.
Robinson y Casey Stengel son los únicos managers del Salón de la Fama con un promedio de victorias menor al de .517 que Maddon acumuló con los Rays. Los equipos de Stengel compilaron un promedio de .508 bajo su mando, pero guió a los Yankees a siete títulos de Serie Mundial.
Nadie resalta la importancia de la habilidad del equipo para hacerle ganar reconocimiento a un manager que Joe Torre, quien el verano pasado fue exaltado al Salón de la Fama junto a otras leyendas de la cueva como Tony La Russa y Bobby Cox.
Su contratación por parte de los Yankees en la campaña del 1996 fue recibida por el cabezal de un tabloide que leía, "Ordinary Joe" o "Un Joe Común y Corriente". El veterano dirigente ya había sido despedido por los Mets, Bravos y Cardenales, por quienes había compilado récord de 894-1,003, y no había estado en una postemporada en 14 años.
Todo eso, sin embargo, quedó en el olvido cuando guió a los Yankees a 12 temporadas ganadoras de manera consecutiva, período en el que compiló un promedio de victorias de .605 y avanzó a la postemporada en cada una de esas campañas, además de ganar seis banderines de la Liga Americana y cuatro anillos de Serie Mundial.
Desde una perspectiva histórica, las habilidades de un manager están ligadas directamente al número de victorias y derrotas sobre el terreno de juego, resultado de la producción de los propios jugadores más que del ingenio de un timonel.
Por Tracy Ringolsby / MLB.com |